SARTRE: Su filosofía en mi vida

SARTRE: Su filosofía en mi vida

El Existencialismo en mi vida

Jean Paul Sartre y su filosofía existencialista llegaron a mi vida como la mayoría de las cosas importantes llegan a la vida de un ser humano: sin buscarla.
Unas peregrinas de la cultura, en medio de su viaje, se cruzaron conmigo, regalándome un libro de este genio literario. Este hecho, junto a a su predicación del Santo Evangelio de los Oprimidos (la filosofía de Marx), influyeron notablemente en mi pensamiento.
a todos ellos les debo, indudablemente, gran parte de la formación intelectual que hoy es mi orgullo.

jueves, 23 de agosto de 2007

El Adolescente y el Trabajo

“El desafío de crecer”

“El mundo de los adultos apesta” Emilio, 21 años.

Cualquiera puede oír estas palabras y notar en ellas un cierto desprecio a madurar, un intento de huir a las responsabilidades, una negación a tomarse la vida en serio. Afortunadamente, en esta ocasión no las vamos a interpretar como si fuéramos un cualquiera.
Estas palabras, a diferencia de lo que pensaría cualquiera, esconden una profunda apreciación digna de un intelecto maduro: las cosas en el ambiente adulto andan mal, por eso “apesta”.
La inserción del adolescente en el mundo laboral y el circuito de responsabilidades que esto significa se encuentra llenos de trabas y resulta discriminativo, selectivo y excluyente en la mayoría de los casos.
Una actitud típica de los empleadores es la solicitud de Curriculums donde su punto vital se encuentra en el apartado “experiencias previas”. Yo pregunto ¿cómo puede un adolescente adquirir experiencia laboral si para que lo contraten necesita justamente tener experiencia?. La aceptación de algunas paradojas son necesarias para la vida pero la aprobación de ésta raya los límites de la estupidez. Muy pocos contratan jóvenes “novatos” y los que lo hacen ven en ellos la oportunidad de abusar de su inexperiencia pagando sueldos inadmisibles o abusando de sus tiempos y capacidades.
Muchos jóvenes deben emprender trabajos particulares o dedicarse a actividades alienantes y poco remunerativas como ser paseadores de perro, cajeros de supermercados, “servimotos”, promotoras en el caso de las señoritas, etc.
Esta situación y la gran cantidad de trabajo en negro acarrean como consecuencia inestabilidad laboral, un hecho con grandes repercusiones en la vida afectiva y psicológica de los trabajadores recientemente iniciados. ¿Cómo definir un proyecto de vida, cómo planificar a futuro sabiendo que posiblemente el mes siguiente no se tenga trabajo? La inestabilidad laboral causa irremediablemente inestabilidad emocional.
Otro desalentador fenómeno característico de nuestro acontecer social es la obtención de puestos de trabajos por utilización del viejo método del “acomodo”. Jóvenes capacitados, con sus papeles rigurosamente en regla, son desplazados en las oportunidades laborales por familiares, amigos y conocidos de funcionarios públicos, directores de instituciones, sobrinos de las porteras, etc. Cualquier excusa es buena para justificar la corrupción.
Permitir, avalar, participar, consentir este tipo de actividades son netamente perjudiciales para el desarrollo provincial. Si queremos algún día construir un Jujuy meramente respetable y económicamente estable, debemos comenzar por educar y educarnos en los valores que antaño supieron ser estandarte de un sueño que, lamentablemente, nunca pudo verse realizado.
La inserción laboral del adolescente no se ve dificultada solo por causantes del tipo social, sino también por falla en las políticas educativas. La inexistencia de una educación pública y gratuita acorde a las necesidades y demandas de la sociedad obliga a los jóvenes a tener que trabajar para costearse los estudios en universidades privadas cuyo nivel educativo es altamente cuestionado, o por el contrario, deben emigrar a otras provincias a causa de lo oferta educativa reducida que presenta nuestra provincia.
Como si esto fuera poco, los alumnos deben afrontar situaciones frustrantes y desmoralizantes como ser la pérdida de clases por los reiterados paros o por irresponsabilidad y falta de compromiso ético con la tarea docente que presenta algunos mal llamados “profesores”.
Para evitar la deserción académica y lograr retener a los alumnos en las aulas hay que comenzar por ofrecer una educación de calidad cuyo nivel responda a la índole de las exigencias del estudiante.
Son muchos los adolescentes que presenten grandes aptitudes artísticas y/o técnicas-mecánicas que no encuentran su lugar adecuado en la sociedad para serles útiles a la misma. Grandes músicos, pensadores excepcionales, escritores contemporáneos, excelentes dibujantes devenidos en tatuadotes caminan por las calles sin mas oportunidades que ser empleados por alguna empresa de turno que tenga la honorable piedad de explotarlos.
El constante desprecio a las capacidades artísticas y la solo búsqueda de esclavos mas parecidos a robots que a seres humanos y que respondan a las exigencias de este mundo materialista, llevan a la pérdida de gran parte del capital cultural de nuestro pueblo. Revalidar el rol del artista, del hombre creativo, del sujeto pensante y comprometido con su entorno es una de las prioridades a las que debería apuntar la educación y el posterior desenvolvimiento laboral.
Un pintor cuyo nombre no recuerdo en este momento dijo una vez “no existe genio sin trabajo”. Es nuestra obligación guiar a los jóvenes a través de este apasionante viaje interno que es la búsqueda de la vocación para que sean consciente que cada uno de ellos esconde dentro un potencial infinito, que en cada uno habita un genio dormido que es necesario despertar si es que se quiere alguna vez alcanzar el sueño dorado de construir una sociedad donde todos sus miembros puedan llevar a cabo y con éxito sus proyectos de vida. Los invito a que todos nos pongamos manos a la obra, y… ¡Qué la fuerza nos acompañe!.

Juan Pablo Alba

Psicología Social: matrices de aprendizaje

El hombre, al ser un ser social por naturaleza, sus primeras experiencias de necesidad y
satisfacción dejan el él "huellas" que en el futuro regirán su aprender (matrices). Desde
su nacimiento, necesita satisfacer sus necesidades y la busqueda y satisfacción de estas
desencadenará en la constitución de su psiquismo. Este es un ser erotizado, con necesidades
corporales y sexuales que actualmente se encuentran reprimidas, principalmente, por su
propia familia y su estructura social. En la sociedad conviven numerosas ideologías, donde una de ellas se impone a las demás,
mitificando, encubriendo la realidad. Pero este dominio no es total, desatándose una lucha
a nivel familiar, escolar, político,etc. Con la evolución del hombre a través del tiempo surgieron nuevas estructuras y
configuraciones sociales, entre las que se destaca el capitalismo. La sexualidad fue
remplazada por el dinero y la propiedad privada. Esto lleva a la represión de los instintos
sexuales, lo que puede traer graves consecuencias, como la neurosis. Desde la constitución del ser humano, desde su origen en el útero, sus primeras
experiencias son las que determinan su forma de actuar en e futuro. Por ello es que la
represión sexual (sexual en términos Freudianos), la evasión de preguntas de los niños así
como la mentira, posteriormente pueden desencadenar en inseguridad, temor, fracaso escolar,
etc, al reprimirse en ellos el deseo de saber, la confianza en los padres, su propia
confianza, entre otros problemas. Dentro de la escuela la represión también se manifiesta, sobre todo cuando se prioriza la
enseñanza sobre el aprendizaje. Al inghresar a la escuela, el niño está acostumbrado a una
enseñanza personalizada, basada en sus propias necesidades. En el ámbito escolar esta
situación se encuentra revertida, el niño se ve obligado a asimilar contenidos que
mayoritariamente no son de su interés y donde este no tiene derecho a réplica. Así el niño
desarrolla una matriz que lo acostumbra al somentimiento, aceptando todo lo instituido
socialmente. También la educación pude sewr utilñizada como un método para dominar y controlar los pueblos.
Las matrices de aprendizaje son las que hacen que la gente tome como natural el
sometimiento ante el cual se encuentra, porque los rasgos predominantes de la ideología
reinante son naturalizar lo social, atemporalizar lo histórico y generalizar lo particular. La educación actual de nuestro país no mantiene una relación de coherencia entre los
contenidos enseñados y su entorno, lo que provoca dificultades en los procesos de
aprendizaje. Creemos que es necesario "educar para pensar", ya que la única forma posible
de sobrellevar la crisis por la que atraviesa la Argentina es despertando en sus habitantes
una visión crítica, capaz de abrirle los ojos a un pueblo dormido por el sometimiento y la
aculturalización extranjera.

JUAN PABLO ALBA

Nietzsche y la Verdad

Interpretación de la “Introducción teorética sobre la verdad y la mentira en el sentido extramoral”, de Friedrich Nietzsche

NIETZSCHE inicia su tratado demostrando la innecesidad del conocimiento humano, puesto que si el hombre antes desconocía casi todo y lograba sobrevivir, si el conocimiento desapareciera nada sucedería. El conocimiento se presenta al hombre como máscara para ocultar su cobardía, para refugiar su propia debilidad existencial en la ilusión del conocimiento. Según Nietzsche, este “arte del disimulo” “alcanza su punto culminante en el hombre”, quien a causa de su propia vanidad, inventa verdades para poder sobrevivir en este mundo. El hombre es un ser ajeno a la verdad.
Lo que el hombre considera “conocimiento” se trataría solo de formas, de captación de estímulos, pero en realidad, no sabría nada sobre sí mismo ni sobre la naturaleza.
En el estado de naturaleza el hombre solo usa su intelecto para el disimulo, elaborando un contrato de paz donde el primer paso a la verdad está constituido por el establecimiento de lo universalmente válido, enunciándose así las primeras leyes: el lenguaje.
A través de las tautologías, de los silogismos, de la lógica en general, el hombre se acostumbra a manejar ilusiones como si fueran verdades, puesto que el mismo lenguaje se trataría de una red de convenciones y mentiras. Las palabras nos limitan, puesto que nunca podrán representar un concepto universal en toda su extensión. Con las palabras no se llega a la verdad, puesto que “la cosa en si” es inasequible para nosotros y nuestro limitado lenguaje.
¿De dónde proviene la verdad? Según Nietzsche, si se la escribe con palabras, resulta imposible que provenga de la esencia de las cosas. Los conceptos universales surgen a través de una falsa igualación de la verdadera desigualdad de las cosas. La naturaleza no conoce ni formas ni conceptos, es solo una X que resulta inaccesible. ¿Qué es entonces la verdad? Según el gran pensador alemán, se trataría de relaciones, convenciones humanas elevadas a través de una ilusión al carácter de verdad.
Esta institución de la verdad surge como una imposición social, donde el hábito representa el camino que nos conduce a la verdad. A diferencia del animal, el hombre posee la capacidad “de hacer que las metáforas intuitivas se volaticen en un esquema, es decir, la capacidad de disolver una imagen en un concepto”. El hombre se muestra como el único ser capaz de realizar jerarquizaciones.
La verdad, considerada en su génesis social, nos invitaría a no atentar contra el orden de lo establecido. Es el hombre quién construye conceptos sobre bases frágiles, es decir, la verdad se establece antropomorficamente. Es así como el hombre busca la compresión de un mundo creado por el mismo hombre, y olvida que está encerrado entre metáforas de su propia ilusión. “Si escapara durante unos instantes de esa prisión, el hombre perdería la conciencia de si mismo, y le cuesta creer que los animales y los insectos perciben un mundo totalmente distinto y carece de sentido distinguir cual de las dos percepciones es la correcta, puesto que término “percepción absoluta” es un juicio contradictorio”. Las esencias no se manifiestan en el mundo empírico.
Las leyes de la naturaleza nos parecen objetivas porque todos las percibimos de igual manera, pero si todas las percepciones fueras distintas, desconfiaríamos de ellas. Solo conocemos los efectos de dichas leyes y las sumas de sus relaciones se reducen a la rigidez matemática y las representaciones de espacio y tiempo. Todas las metáforas posteriores (consideradas verdades) se construyeron a través de la imitación de tales formas primigenias.
Los conceptos se construyen primeramente por el lenguaje, y luego por la ciencia. Los mitos y el arte confunden los conceptos: “Si un artesano estuviera seguro de soñar cada noche, durante doce horas, que es un rey, sería tan feliz como el rey que todas las noches soñara durante doce horas que es un artesano” (Pascal). El ser humano, naturalmente, posee la tendencia a dejarse engañar.
Los conceptos copian la vida del hombre y cuando los deshace, remplaza los conceptos por instituciones, pero estas instituciones no siguen un camino regular que conduzca a las abstracciones.
¿Cómo arribar, entonces, a una verdad? Nietzsche nos respondería: por el camino iluminativo y liberador de la intuición. Ante la intuición el hombre enmudece o habla con metáforas, con construcciones conceptuales inauditas, que destruyen las viejas barreras conceptuales.
Los hombres racionales y los intuitivos desean el dominio de la vida y caminan juntos sobre la superficie de este mundo, recorriendo la historia de la humanidad de punta a punta, creando cultura y ciencia, viviendo mentiras y dolores, y el hombre intuitivo obtiene de sus intuiciones una defensa contra el mal, una redención, y es tan irracional en la felicidad como en el dolor. El racional, como un estoico, disimula dolores y pasiones, sin gritarse, sin alterarse, se refugia bajo la máscara del conocimiento.
Nietzsche denuncia que son necesarias, para que la vida sea soportable, tanto la verdad como la mentira. “Sin ciertas dosis de locura, nadie puede creer firmemente estar en posesión de la verdad, puesto que creer en la verdad es precisamente locura”.
Debemos abandonar la fe en el conocimiento y en la lógica, puesto que es imposible arribar a un conocimiento profundo y certero. Nietzsche se presenta así como uno de los principales detractores de la Lógica: “No es mas que la esclavitud en los lazos del lenguaje”, nos dirá él. Lo mas verdadero de este mundo es el amor, la religión y el arte, los tres poderes ilógicos.
La ciencia, para Nietzsche, consiste en “adquirir conciencia de todo lo que se posee por herencia; es el registro de las leyes firmes y rígidas de la sensación”. En el hombre no existe ningún instinto de verdad y el placer que nos ocasiona la verdad no indica un deseo de la misma. El placer de la mentira es estético, y como tal, se constituye en verdad, al no ocultar su intención de engaño.
El autor finaliza sus ideas con la tesis de que el mundo solo puede ser entendido en cuanto a sus apariencias, nunca en sus esencias o verdades. “Únicamente quien pudiera considerar la totalidad del mundo como apariencia estaría en condiciones de contemplarlo sin deseos y sin instintos: el artista y el filósofo.”

JUAN PABLO ALBA

El Hombre Sensible de Flores

Más conocido como Alejandro Dolina, este sutil artista del barrio de Flores es uno de los grandes prodigios de la pluma argentina contemporánea.
Al no perteneces al canon de filósofos tradicionales, resulta dificultosa la tarea de resaltar las características de un sistema filosófico dentro de su prolífero pensamiento.
Literato de alma y piel, dejó escapar entre sus líneas la sensación de militar dentro de una filosofía mítica, donde las sombras de la tristeza son la única luz de toda felicidad efímera posible.
Podríamos parafrasear sus extensos escritos y decir que, de haber definido con claridad el término Filosofía, seguramente habría dicho que es “el arte de aprender a degustar los sinsabores de la vida”. Para el noble Alejandro, la vida es dolor, es tristeza, pero vale la pena ser vivida.
El principal origen de su filosofar es la angustia vital de nuestras existencias. Las situaciones límites de la vida nos obligan a pensar y como el mismo lo dice, “Cuanto mas inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza.”
Dentro de su prolífera obra, recorre un amplio espectro de disciplinas filosóficas, entre las que se destacan la Metafísica, epistemología, Filosofía del Lenguaje, Ética, Estética y Lógica, entre otras.
El polifuncional Don Alejandro es profundo creyente de sus mitos, hombre tanguero, poeta, músico, profundo pensador y agnóstico. Durante toda su obra intenta responder ¿Qué es la vida? ¿Cómo convivir con el sufrimiento sin desesperar? ¿Porqué no existe Dios? ¿Qué es el arte?
Siempre enfocó estos temas desde un rincón sombrío del corazón, oscurecido seguramente por la nostalgia ocasionada por unos ojos peregrinos e indiferentes.
Alegrémonos amigos, la vida es triste, pero al menos tenemos una certeza.

JUAN PABLO ALBA

miércoles, 22 de agosto de 2007

Ética, Política y Educación en el siglo XXI

El desafío de tratar temáticas tan exquisitas como son la Ética, la Política y la Educación me pareció, en un principio, un reto fascinante; pero a la hora de esbozar mi tratado, no pude más que sentirme deprimido. Las temáticas eran muy amplias, los conceptos extensos y mis conocimientos infinitamente escasos como para poder abordarlas de la manera en que un trabajo, de respetable alcurnia, se lo merecería.
Me vi obligado a optar entre dos alternativas: no realizar escrito alguno o bien, realizar una presentación sencilla, sin perderme entre los excitantes laberintos del conocimiento. Como les será fácil notarlo, me decidí por la segunda de ellas.
A continuación les presento una sucesión de ideas altamente refutables, perfectamente discutibles y lógicamente desordenadas. La liviandad del método utilizado (más literario que filosófico o científico), no me permite exponerles a ustedes más que la siguiente consecución de frases mal hilvanadas y conceptos infundados, es decir, una verdadera porquería.
Cuando prendemos el televisor, muchas veces nos encontramos con noticias y situaciones que nos hacen despreciar a ese grupo de personas que normalmente tratamos de “aves rapaces”, o “virus social”, que son los políticos. Profesionales formados idóneamente para la conducción de una sociedad son actores principales en hechos delictivos de variada índole: desde sobornos recibidos, sobornos pagados, fondos populares malversados, pasando por acomodo de familiares en puestos de trabajo no merecidos (muy común en nuestra provincia de Jujuy), hasta llegar a acosos y escándalos sexuales entre otras divertidísimas y no menos corruptas acciones que conforman una larga lista, capaz de agotar los espacios en blanco de varios rollos de papel higiénico.
¿Cómo lograr una sociedad justa, si los encargados de dirigirla y repartir justicia solo obran en pos de sus propios y viles intereses? ¿Cómo progresar si los que mandan son los primeros en obstaculizar dicho progreso? Tanto la corrupción en los más altos círculos de letrados y hombres de ley como la impunidad que envuelve sus actos, lograría enrojecer de vergüenza al mismo Lucifer.
Este tipo de conductas, esta irresponsabilidad civil por parte de los mandatarios, acarrean como consecuencias un grado preocupante de escepticismo político por parte del pueblo, generando el desinterés de los habitantes por los problemas y decisiones que afectan a su nación. De esta manera, se atenta contra uno de los más importantes principios de la política, que debiera regir actualmente: la idea de democracia. No podemos hablar de democracia en un país gobernado por la injusticia, los delitos, la falta de educación y el desinterés de los seres humanos por los propios seres humanos. Cuanto me cuesta creer que estos actos sean propios de un animal racional.
Lamentablemente, esto no ocurre solamente a nivel país, sino que la corrupción se hace latente en todos los rincones donde pueda observarse vestigios de micro-política: las organizaciones sindicales, las internas de los partidos políticos, las instituciones escolares, la familia, etc. Parecería ser que donde hay dinero y seres humanos, es inevitable que surjan los intereses individuales y por ende, la corrupción.
Como verán, es muy fácil notar la corrupción en los demás, sobre todos cuando se analiza sus conductas en masa, pero… ¿qué pasa con nosotros mismos? ¿Nuestros políticos no serán un reflejo de cada uno de nosotros? Obviamente que se trataría de un horrible reflejo, pero podría ser así.
Los seres humanos, a mi tibio entender, somos todos corruptos. El problema es que estamos acostumbrados a considerar corrupción solo hechos que trascienden la esfera de lo íntimo, que acarrean graves consecuencias o cuando se trata de grandes sumas de dinero, pero en realidad no es así. Si entendemos corrupción como el no cumplimiento de la ley (que no es más que la estipulación social de una moral deseada), todo acto que se realice en contra de estos principios debería ser considerado corrupto. Esta subestimación de la corrupción nos lleva a acostumbrarnos socialmente a ella.
“Todos son corruptos menos yo”, parece ser la idea subyacente en nuestro inconsciente colectivo, cuando en realidad a cada instante estamos cometiendo actos de corrupción, y muchas veces, nos enorgullecemos de ello. Robar señal de televisión por cable, comprar o alquilar películas copiadas, fotocopiar libros, coimear policías de transito, estacionar donde no se debe, truchar certificados médicos, buscar conocidos para colarnos en la caja del supermercado, serle infiel a la mujer amada, proclamarse estéril para copular sin protección, etc. Son hechos comunes para nosotros, e incluso se los recomendamos a nuestros amigos y parientes.
Yo mismo soy un corrupto, pues mientras pinto estas palabras con la luz del entendimiento estoy escuchando música pirateada en un CD grabado y algunos de los apuntes que he utilizado son fotocopiados. Hasta el mismo lenguaje corrompe mis ideas.
¿Qué hacer ante dicha situación? ¿Rendirse, cruzar los brazos y adaptarse a este “sálvese quien pueda” social? Me niego a ello con toda la fuerza de mi infinita ignorancia. ¿Nos ponemos todos a llorar, esperando que la muerte nos encuentre derrotados, pero unidos? Tampoco me suena razonable.
En alguna pared alguna vez leí un graffiti que rezaba de la siguiente manera: “ante esta dolorosa realidad, las utopías son una opción razonable”. Intentemos imaginar un mundo mejor, donde se valora la vida y se respeta a los otros, donde el amor es la única ley. Sé que les estoy pidiendo algo difícil, pues los seres humanos estamos educados para ya no vivir utópicos sueños, sino pesadillas reales. Pero creo que todavía hay soluciones posibles, de lo contrario lo más razonable sería suicidarse.
Alguna vez creí entender que, si mal no recuerdo, según Aristóteles la ética podría explicarse mas o menos así: es la capacidad de autogobierno, a través del ejercicio de la virtud, que consiste en practicar el bien logrando alcanzar el justo medio en todas nuestras acciones, utilizando nuestra razón para poder optar deliberadamente por la realización de aquellos actos que consideremos apropiados para ser felices.
Sócrates consideraba, dentro de su pensamiento ético, que la virtud consistía en el conocimiento. El vicio, o el mal, nace del vientre de la ignorancia. De esta manera, consideraba la educación como el medio de afianzar la virtud dentro de la sociedad y así lograr que la gente actúe conforme a la moral.
¿Quién produce a quién: la sociedad a los individuos o los individuos a ésta? Debemos considerar que vivimos en un mundo complejo, como explica Morin, donde la aceptación de las paradojas resulta fundamental para la comprensión de los hechos. La causalidad circular rige estos fenómenos de índole social: la sociedad forma al sujeto que a su vez modifica la sociedad en la que se encuentra inmerso.
Como señalamos anteriormente, para Aristóteles la ética trata del gobierno de uno mismo y la política trata del arte de gobernar una ciudad. Podríamos compararla como una macro-ética, dónde la práctica de la virtud tanto de los habitantes como de los políticos, resulta fundamental para lograr un buen gobierno. La manera de lograrlo: la educación.
No es pertinente realizar en estos momentos una enumeración detallada de las múltiples fallas educativas de nuestro sistema, ni de las falencias en los conceptos y la preparación de los docentes. Tan solo alcanza con saber de que estamos fallando, y es menester tomar dediciones que nos permitan embarcar la educación hacia horizontes más prometedores que los actuales.
El arte de formar sujetos críticos, que sepan discernir entre los actos virtuosos y los que no lo son, no es una tarea fácil, pero está en nuestras manos y en la fuerza de nuestros corazones el lograr alcanzar un grado de voluntad tal que podamos ver dicho hecho realizado.
Resumiendo: cultivemos la virtud en nuestras propias vidas, perdamos el alma en el intento de fomentar la tan poco común costumbre de pensar y actuar conforme a la justicia, la verdad y el amor a los seres humanos. Sacrifiquemos nuestra existencia por alcanzar estos ideales y no dejemos que la tentación de ser normal en este mundo de enfermos nos nuble la razón.
Que no nos preocupe si quien nos aconseja es un docente, un científico, un payaso o un obrero de la construcción, simplemente valoremos todos los aportes y los variados puntos de vista, ya que las diferencias siempre sirven para sumar en la cuenta del conocimiento. No nos encerremos entre explicaciones conceptuales, palabras confusas o reglas inservibles pero seductoras para el círculo de aquellos que se pretenden eruditos, y juzguemos por correctos todos aquellos actos realizados con la sincera intención de luchar por un mundo un poco mejor. Que no nos preocupe que nos llamen ignorantes, sofistas o locos, pero sí sintámonos ultrajados en lo mas profundo de nuestro humanismo cuando veamos familias enteras buscando comida en una bolsa de basura, o un anciano que ha trabajado toda su vida sumido en la pobreza a falta de una buena jubilación.
¿Cuál es el sustento teórico de lo expuesto? La lágrima que derrama cada niño que sufre hambre en nuestras calles, la desesperanza de cada madre que no tiene un pedazo de pan para alimentar a sus hijos. ¿La consistencia lógica? Me resulta hipócrita hablar de lógica en un mundo dónde la salud y la educación son un negocio, dónde los organismos internacionales encargados de promover y preservar la paz en el mundo observan vergonzosamente inactivos como un país imperialista ataca, matando miles de inocentes, a los países que se le ocurra; donde miles de personas se mueren de hambre para que unos pocos se mueren de gula. ¿Es pertinente mi discurso? Sinceramente, no encuentro nada mas pertinente que aprovechar estos momentos para decir lo que uno piensa y siente de corazón.
Cada segundo que pasa es una oportunidad para ser un poco mejores, no desperdiciemos ese valioso tiempo. Aprendamos a ser felices haciendo felices a los demás y utilicemos nuestras capacidades cognitivas y espirituales para convertir los infiernos en paraísos. Todo cambio es posible, solo si somos capaces de poner nuestras voluntades al servicio de la paz, la justicia y el amor.


JUAN PABLO ALBA